Todos conocemos esa sensación en una sala médica del hospital donde tu corte o rasguño está sanando y solo quieres que ya esté listo para olvidarte de ello. Esto es algo que muchos de nosotros experimentamos, y puede ser difícil esperar a que una herida sane. Afortunadamente, existe un tipo único de terapia que puede acelerar la curación de las heridas. Esta terapia se llama terapia de presión negativa. Cheercare, una empresa de tecnología médica que se especializa en la fabricación de equipos para la curación de heridas, sabe lo valiosa que puede ser una adecuada terapia de heridas para los pacientes con heridas crónicas, y desea compartir esta información contigo.
Nuestro cuerpo comienza a repararse, incluso antes de que cubramos una herida — literalmente. Este es un proceso natural de curación, nuestro cuerpo está hecho para sanar lesiones. Pero a veces, nuestros cuerpos necesitan un poco de ayuda para sanar por completo. Es aquí donde entra en juego la terapia con presión negativa. En este tratamiento, el vendaje se aplica sobre una herida. El vendaje se conecta a una máquina que succiona aire y líquido del área de la lesión. Esto forma parte del proceso conocido como generación de presión negativa. Elimina el exceso de líquido y bacterias dañinas, ayudando a acelerar y optimizar la curación de la herida.
¿Alguna vez has pensado en lo que le sucede a nuestra piel después de recibir un corte? ¡Nuestros cuerpos son asombrosos! Esta capacidad de regenerar y sanar tejidos es precisamente lo que nos permite recuperarnos de lesiones. La terapia con presión negativa es extremadamente beneficiosa además del proceso de curación de heridas, ya que ayuda a la circulación de sangre y oxígeno hacia el área de la herida. La sangre es relevante porque transporta todos los nutrientes y células necesarias para el proceso de curación de la piel y los tejidos. Esta terapia permite que el cuerpo trabaje de manera más eficiente al aumentar la sangre y el oxígeno en la herida, facilitando la curación.

Y algunas ampollas pueden ser lentas para sanar, como las llagas en los pies por rendimiento o las llagas por presión. Si bien estos tipos de lesiones pueden ser muy graves y progresivas si no se tratan, La solución salina también permite que el podólogo sepa qué tan rápido está sanando la herida, lo cual se utiliza para evaluar el éxito del tratamiento. La terapia de presión negativa ha sido muy efectiva para estas heridas de larga duración. Acelera el proceso de curación y el paciente puede sentirse mejor más rápido. Esto también ayudará a eliminar el dolor y la hinchazón alrededor de la herida, permitiendo que la persona esté mucho más cómoda. Esto también reduce el riesgo de infección, lo cual es crucial para evitar complicaciones. Esta terapia también puede administrarse junto con otras modalidades de tratamiento, como medicamentos o fisioterapia, para mejorar aún más la curación.

Aunque la terapia de presión negativa puede parecer sencilla, la diferencia que puede hacer en la curación de heridas es significativa. Este tratamiento ayuda a acelerar considerablemente el proceso de curación al eliminar el exceso de líquido y microorganismos peligrosos, fomentar la producción de tejido y aumentar el flujo de sangre y oxígeno a la lesión. Esta terapia debe aplicarse correctamente con la guía de un profesional de la salud. Se hace para ayudar a los pacientes a sanar correctamente y obtener resultados óptimos.

Estudios han demostrado que la terapia de presión negativa puede ayudar en la curación de heridas debido a su eficacia. Los estudios muestran que esta terapia puede mejorar el flujo sanguíneo al área de la herida, fomentar la formación de nuevo tejido y reducir la hinchazón. También disminuye el riesgo de infección, un predictor importante para un mayor éxito en la curación. Estas razones juntas aseguran una recuperación más rápida para los pacientes.